
Hermosísima entre las mujeres
Porque si te llamo sol, eres aún más resplandeciente;
Porque si te llamo rosa, eres aún más esplendorosa y bella;
Porque si te llamo azucena, eres aún más blanca y pura;
Porque si te llamo bálsamo, eres aún más suave y fragante.
Santísima Virgen de la Paz,
Gracias por bajar y quedarte cada primavera
derramando tu consuelo y tu gracia
en esta bendita tierra jaenera,
que por venerarte como nadie,
te llora, te canta y te reza,
exaltando tu pureza.
Que por amarte,
se arrodilla y se postra ante Ti, excelsa belleza.
Jaén: ¡Proclama de nuevo Madre a María,
que sea tu voz la primera,
que Dios te salve, María,
aclámala Madre, Señora de la Paz y Reina!